La estatua de Jesús ubicada frente a la entrada de la iglesia dando la Bienvenida, está hermosa. Los brazos abiertos del Señor nos recuerdan a todos que Él realmente nos da la bienvenida cada vez que entramos en la iglesia. La estatua también nos recuerda que así debe ser nuestra parroquia: todos debemos acoger a todos los que vienen aquí en el espíritu de Cristo. Todos somos verdaderamente bendecidos de tener esta imagen frente a nuestra iglesia.
Pero hay otra imagen, igual de importante. En el estacionamiento, está la imagen de Jesús recostado en una banca, representando a un vagabundo. Solo es reconocible por las heridas de los clavos en sus pies. La estatua es realista y esperamos que nos llame la atención mientras caminamos desde el estacionamiento hasta la entrada de la iglesia. Ojalá nos recuerde que Cristo se identifica con los pobres; lo que hacemos por ellos, lo hacemos por él.
La Campaña Católica para el Desarrollo Humano de los Obispos de los Estados Unidos ha designado enero como el Mes de Concientización sobre la Pobreza. No podemos dejar pasar el mes sin reflexionar sobre el hecho de que más de 37 millones de estadounidenses viven en la pobreza. ¿Qué podemos hacer para ayudar? aquí hay algunas ideas:
Orar por todos los que son pobres, y orar por el fin de la pobreza
Apoyar el ministerio de la Sociedad de San Vicente de Paúl de nuestra parroquia, que ayuda a los necesitados.
Apoyar el gran trabajo de FAM (Ministerios de Asistencia Familiar), que se asocia con nuestra parroquia para ayudar a las familias necesitadas.
Visite poorusa.org para informarse sobre este importante tema.
Asegurémonos de reconocer al Señor y responderle en los pobres y necesitados. Puede que no veamos pies heridos, pero su imagen y semejanza sigue ahí. Démosle el amor y el honor que se merece.
Con Agradecimiento,
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